Ocho de la mañana y suena el despertador. Es domingo. Cuesta un poquito levantarse después de haber estado ayer noche de celebración y habernos acostado pasadas las dos de la madrugada... pero bueno, nos levantamos y sobre las 8'40 emprendemos camino hacia Torrefarrera. Hacía mucho sol. El viento había aflojado un pelín, respecto de la intensidad del sábado, pero seguía siendo muy frio.
Nos vamos a Torrefarrera, en esta ocasión, tan sólo Jose y yo. Jose corrío la única distancia que había de 10 km y yo, he sacado unas pocas de fotos, tan sólo unas seiscientas y pico.
Llegamos allí y nos encontramos con nuestra querida compañera de club y amiga, Eva Berenguer, que se había animado a venir.
Yo no sé si será por el frio que hacía o qué, pero se veía menos ambiente que en anteriores ediciones, menos gente en la plaza, en frente del pabellón.
Poco antes de dar la salida, me marcho y me sitúo en una rotonda, por la que los corredores, pasan tres veces en la salida. Es mi sitio de cada año, pues allí mismo los veo cuando suben, bajan y al poco rato vuelven a subir. Después me cambio de rotonda para retratarlos a pocos metros de la llegada.
Buena organización, bien señalizada, 90% asfalto y prácticamente llana.
Jose hizo su carrera, con el tiempo que suele hacer últimamente, 48'. A Eva le costó un poquito más, pero es que últimamente le pasa como a mí, que no tiene tiempo de entrenar, que con el trabajo, la casa, los hijos... llega la tarde y está agotada. Pero bueno se la tomó como un entrenamiento. Y además le gustó mucho el circuito.
Después a la llegada, un ratito de charla con los compañeros y cervecita en la terraza cubierta del pabellón.
Próxima semana, Tàrrega.
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