Esta
mañana a las 10:30 horas se ha dado la salida a la carrera “la Volta a l’Estany
d’Ivars i Vila-Sana”. Carrera que en esta
ocasión ha contado con 470 corredores en
la modalidad 10km. y 240 corredores en
la modalidad 5km. También ha habido una modalidad específica para sillas de
ruedas de 7km.
Es
curioso lo que pasa con esta carrera. Nunca entenderé el motivo por el que
tiene tanto poder de convocatoria porque, si soy sincera, el circuito alrededor
del estanque, por estas fechas es bastante triste, y si hago un poco de
memoria, el año pasado estaba todo helado y pase un frio horrible.
Pero
bueno, el caso es que me hoy me he levantado a las 08:00 horas, una hora medio
decente, para ir a correr a Ivars. Lo bueno que tiene el invierno es que no te
tienes que pegar el madrugón.
He
llegado al pueblo con una temperatura de 10 grados y un tímido sol.
Nada más
llegar me he encontrado los 2 autocares que desplazaban a los corredores de 5
km. a su punto de salida.
Me he
percatado enseguida de que no había tanto ambiente como en la edición pasada, o
eso me ha parecido.
Ya me
esperaban Montse, Isabel y José Manuel, que pensaban que me había dormido. Pero
no. Lo que ha pasado es que José Manuel se ha equivocado de hora y creía que la
carrera empezaba a las 10:00..
Total,
que estábamos 4 de los 5 “chispis”, Montse para hacer fotos y Isabel, José
Manuel y yo, para correr una carrera en la que ninguno de nosotros tenía nada
que ganar, ni que perder. Por lo cual, hemos ido muy relajados.
La
carrera ha consistido en dar la vuelta entera al estanque de Ivars d’Urgell
para los corredores de 10km. y media vuelta para los corredores de 5km.
El
recorrido constaba de 40% asfalto y 60% de tierra. Un recorrido cómodo sin
grandes desniveles excepto la subida del kilometro 7,5.
Personalmente
he encontrado el recorrido un poco aburrido, pero hay lo que hay.
En
definitiva, se inicia la carrera y empiezo a buen ritmo. Ritmo que conservo
hasta el kilómetro 7 en el que me da un tirón la pierna. Empiezo a maldecir
todo lo que se menea en el momento en que me doy cuenta que se me está quedando
rígida como un garrote. Esto me pasa por no calentar y estirar como dios manda
–me digo a mi misma–. Y recuerdo que me
he dejado a José Manuel detrás con un resfriado de dos pares de narices y el
gemelo roto.
De
aquí a nada vamos a ser el equipo paraolímpico del Fraga-Bajo cinca –pienso
mientras se me escapa una sonrisa del puro dolor.
Sin
duda esto de que haya tantas carreras en la Lliga de Ponent no puede ser bueno.
Lo tendrían que regular de alguna manera si no quieren cargarse a los
corredores. Hace 4 años, cuando yo empecé a correr no había tantas carreras y
la gente se lesionaba menos. Hoy día, no hay semana que no te enteres de que
algún corredor tiene molestias o está lesionado.
Pero yo sigo corriendo. Con la “pata chula”, pero
corriendo al fin y al cabo. Total para lo que queda, y una vez pasado el punto
de “no retorno” (el kilómetro 5) pocas opciones hay.
¡Baja el ritmo! –me dice un corredor al ver que voy un
poco coja–. Y le hago caso, y me dejo llevar hasta la línea de meta.
Descanso un par de minutos y me voy a buscar a José
Manuel que para mi sorpresa va mejor de lo que yo esperaba. Sin duda es un todo
terreno.
Nos dirigimos al avituallamiento a comer un poco de fruta
y a beber un poco de agua y bebida isotónica.
Como echo de menos las carreras en las que te dan cerveza
fresquita para recuperar. Jajaja.
Después nos vamos a recoger el bocadillo de longaniza y a
comprobar si nos ha tocado algo en el sorteo.
¡Cero patatero!. No nos ha tocado nada de nada. Y… para
celebrarlo, nos vamos al bar a hacer la “chispi” de rigor con Iván Suárez y
Joan Augé, ¡que no se diga!.
Añadir a lo dicho lo siguiente:
La organización de la carrera ha sido buena. Los
voluntarios estaban donde tocaba, y los corredores hemos podido disfrutar en el
kilómetro 8 de un grupo de animación, y más tarde en la línea de meta.
En cuanto a la bolsa del corredor, decir que nos han dado
una camiseta térmica 2ª capa muy práctica para entrenar en invierno. Sin duda
un toque de calidad. Porqué, sin ánimo de crítica, en
ocasiones nos dan unas bolsas del corredor que dan pena.
Total, una más para la saca. Y a relajarse un poquito,
que la semana que viene toca la media de Lleida.
María de los Ángeles CASTILLO.
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