Así pues, pasamos el día entre baños de sol y de agua, nadando, saltando olas, comiendo y "chispeando", charlando y riendo. Sin darnos cuenta se acercó la hora de ir a recoger el dorsal. Estábamos apuntadas Nadia y yo, pero a la hora de la verdad, Nadia se rajó y prefirió quedarse un rato más con su hermano y los amigos en la playa, como es normal. O sea que Jose y yo nos dirigimos al lugar de la salida. Recogimos el dorsal.
Nos encontramos con compañeros, paisanos míos, con los que ya empieza a ser asiduo verlos en las carreras, pues este año hemos coincidido ya en varias. Estuvieron en nuestra cursa, la Cursa de la Franja y en otras de lliga ponent. Fotos de rigor, por supuesto, no pueden faltar. Por cierto muy chula la camiseta que llevaban de la Cursa de les Cigonyes de Flix. Lástima no haber podido participar alguna vez en ella, pues siempre nos coincide con alguna competición de pista de Iván. Bueno, Jose, mi marido sí pudo participar en la segunda edición creo, ahora no recuerdo muy bien que año fue...
Al grano, que me voy por las ramas.
Dos carreras. Dos distancias. Una popular, muy familiar, de 1200m., en la que participaban, pequeños, pequeños acompañados de sus papás, no tan pequeños y mayores. Como ya he dicho muy familiar y no competitiva.
Seguidamente y tras finalizar esta, empezó la carrera de 4800m., y en la que había que dar cuatro vueltas al circuito de 1200m., pasando por el paseo marítimo y por dentro del campo de fútbol.
Y qué maneras de sudar, pues ya se sabe que el clima de la costa es más húmedo que el que tenemos por aquí. A la llegada a meta, botellín de agua y camiseta.
Sumando una carrera más.
Pasad todos unas muy buenas vacaciones de verano. Nosotros lo haremos seguro. Hasta pronto.
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