domingo, 13 de noviembre de 2016

Carrera de Ivars d’Urgell.

 

 
Esta mañana a las 10:30 horas se ha dado la salida a la carrera “la Volta a l’Estany d’Ivars i Vila-Sana”. Carrera que en esta ocasión ha contado con  470 corredores en la modalidad 10km. y  240 corredores en la modalidad 5km. También ha habido una modalidad específica para sillas de ruedas de 7km.
Es curioso lo que pasa con esta carrera. Nunca entenderé el motivo por el que tiene tanto poder de convocatoria porque, si soy sincera, el circuito alrededor del estanque, por estas fechas es bastante triste, y si hago un poco de memoria, el año pasado estaba todo helado y pase un frio horrible.
Pero bueno, el caso es que me hoy me he levantado a las 08:00 horas, una hora medio decente, para ir a correr a Ivars. Lo bueno que tiene el invierno es que no te tienes que pegar el madrugón.
He llegado al pueblo con una temperatura de 10 grados y un tímido sol.  
Nada más llegar me he encontrado los 2 autocares que desplazaban a los corredores de 5 km. a su punto de salida.
Me he percatado enseguida de que no había tanto ambiente como en la edición pasada, o eso me ha parecido.
Ya me esperaban Montse, Isabel y José Manuel, que pensaban que me había dormido. Pero no. Lo que ha pasado es que José Manuel se ha equivocado de hora y creía que la carrera empezaba a las 10:00..
Total, que estábamos 4 de los 5 “chispis”, Montse para hacer fotos y Isabel, José Manuel y yo, para correr una carrera en la que ninguno de nosotros tenía nada que ganar, ni que perder. Por lo cual, hemos ido muy relajados.
La carrera ha consistido en dar la vuelta entera al estanque de Ivars d’Urgell para los corredores de 10km. y media vuelta para los corredores de 5km.
El recorrido constaba de 40% asfalto y 60% de tierra. Un recorrido cómodo sin grandes desniveles excepto la subida del kilometro 7,5.
Personalmente he encontrado el recorrido un poco aburrido, pero hay lo que hay.
En definitiva, se inicia la carrera y empiezo a buen ritmo. Ritmo que conservo hasta el kilómetro 7 en el que me da un tirón la pierna. Empiezo a maldecir todo lo que se menea en el momento en que me doy cuenta que se me está quedando rígida como un garrote. Esto me pasa por no calentar y estirar como dios manda –me digo a mi misma–.  Y recuerdo que me he dejado a José Manuel detrás con un resfriado de dos pares de narices y el gemelo roto.
De aquí a nada vamos a ser el equipo paraolímpico del Fraga-Bajo cinca –pienso mientras se me escapa una sonrisa del puro dolor.
Sin duda esto de que haya tantas carreras en la Lliga de Ponent no puede ser bueno. Lo tendrían que regular de alguna manera si no quieren cargarse a los corredores. Hace 4 años, cuando yo empecé a correr no había tantas carreras y la gente se lesionaba menos. Hoy día, no hay semana que no te enteres de que algún corredor tiene molestias o está lesionado.
Pero yo sigo corriendo. Con la “pata chula”, pero corriendo al fin y al cabo. Total para lo que queda, y una vez pasado el punto de “no retorno” (el kilómetro 5) pocas opciones hay.
¡Baja el ritmo! –me dice un corredor al ver que voy un poco coja–. Y le hago caso, y me dejo llevar hasta la línea de meta.
Descanso un par de minutos y me voy a buscar a José Manuel que para mi sorpresa va mejor de lo que yo esperaba. Sin duda es un todo terreno.
Nos dirigimos al avituallamiento a comer un poco de fruta y a beber un poco de agua y bebida isotónica.
Como echo de menos las carreras en las que te dan cerveza fresquita para recuperar. Jajaja.
Después nos vamos a recoger el bocadillo de longaniza y a comprobar si nos ha tocado algo en el sorteo.
¡Cero patatero!. No nos ha tocado nada de nada. Y… para celebrarlo, nos vamos al bar a hacer la “chispi” de rigor con Iván Suárez y Joan Augé, ¡que no se diga!.
Añadir a lo dicho lo siguiente:
La organización de la carrera ha sido buena. Los voluntarios estaban donde tocaba, y los corredores hemos podido disfrutar en el kilómetro 8 de un grupo de animación, y más tarde en la línea de meta.
En cuanto a la bolsa del corredor, decir que nos han dado una camiseta térmica 2ª capa muy práctica para entrenar en invierno. Sin duda un toque de calidad. Porqué, sin ánimo de crítica, en ocasiones nos dan unas bolsas del corredor que dan pena.
Total, una más para la saca. Y a relajarse un poquito, que la semana que viene toca la media de Lleida.
María de los Ángeles CASTILLO.








 
 

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