El sábado día 12 de agosto, a las 18:30 horas, se celebró la carrera de montaña d’Alòs de Balaguer, la “trail de Castellàs”, que congregó en este pequeño y pintoresco pueblo una gran afluencia de
corredores i caminadores dispuestos a recorrer los 11 km. y los 750 m. de desnivel
positivo.
La semana pasada el sábado 5 de agosto, a las 21:30 horas, se celebró en la población de Montmagastre (La Noguera) de la 1ª Bruixes Trail, carrera
de montaña nocturna de 17,5 km. y 850m. de desnivel en la cual también participe.
Decir que prácticamente, éramos los mismos
corredores en Montmagastre y que en Alòs de Balaguer, salvo Iván Suárez que en esta última no nos ha acompañado.
La verdad es que en la 1ªBruixes Trail lo pasamos genial. Quizás por el hecho de que
era nocturna y que este tipo de carreras te hacen sentir la montaña de otra
manera. La verdad es que poder correr por el bosque con tan solo la luz de un
frontal, es algo único.
Lo menciono porque, todo y que de esta carrera de
“Les Bruixes Trail” no voy a hacer crónica, debo decir que salvo un
par de
“inconvenientes” organizativos, la
carrera estuvo muy bien y la disfrutamos de lo lindo todos los asistentes.
Luego colgaremos alguna de las pocas fotos que
salieron decentes de esta carrera nocturna.
Pero ahora a lo nuestro.
Los casi 100 corredores de la trail de Castellàs y
las numerosas personas que se inscribieron para
hacer la marcha, nos reunimos en el centro de la localidad para tomar la salida de una carrera que
aunque no es muy larga, sí que es de gran dificultad por el tema del
pronunciado desnivel que se acumula principalmente en los 5 primeros kilómetros.
Ya antes de empezar me encuentro con mi amigo Fermin y su esposa Nuria, con Rebe y Pepe, una de las parejas incombustibles de las trails, y con Ana y Joan de los trotallunatics y me digo a mi misma que ya estamos todos. Ya podemos empezar.
Después de los saludos y las fotos oportunas,
comentamos lo dura que va a ser hoy la carrera, quizás para mentalizarnos un
poco de que en la primera parte, vamos a sufrir.
Se inicia la carrera a las 18:30 horas, tal como
estaba previsto, y empezamos a subir por las calles del pueblo hasta encontrarnos con
un camino pedregoso. Aquí empieza la subida de 4,5 km. y 550 m. D+. Este es el tramo de más dificultad de
toda la carrera y también el que ofrece, cuando llegas a la cresta, una de las
mejores vistas de toda la comarca de La Noguera.
Las vistas geniales, pero no me hubiera importado subir en helicóptero. Llego a la cima reventada y tras de mí el “Hombre escoba” animándome.
Otra vez me he quedado la última en una subida. Pero, en
realidad no me importa mucho puesto que lo peor ya ha pasado. Eso es lo que yo creía
en ese momento.
A partir de ahora, la carrera se convierte en un “rompe
piernas” por el subir y bajar constante entre las trialeras y los caminos pedreguosos.
Me lanzo cuesta abajo y Ana (Trota) y Carmen Albana
me dejan pasar cuando ven que me embalo. Y así un kilómetro.
Y tomo confianza. Y me embalo, me embalo y me
embalo tanto que salgo volando. Pero se me olvida sacar el tren de aterrizaje
y me pego una santa leche contra el suelo.
Me levanto un poco aturdida y me hago la ITV. Me
doy cuenta que me he torcido el pie y me duele. Arañazos y golpes en las
rodillas, muslos, caderas y hombro. Mañana me saldrán morados como cuando era
pequeña y me caía de la bici.
Pero sigo corriendo. Aunque ahora un poco más lento
porque me duele el tobillo.
Debido a lo seco del terreno, el bajar se convierte
en peligroso puesto que las piedras están sueltas y no puedes cogerte a las
ramas de los arboles porque se rompen con facilidad.
Sigo avanzando y me cruzo con Angels Eroles y Josep Torrelles que me dejan pasar, hasta que me pongo a la
altura de Rebe y Pepe que ya están encarando la bajada del penúltimo kilómetro.
Me pongo detrás justo para ver como Rebe en una bajadita de esas
complicadillas, de esas que llaman técnicas, se pega un culazo. 5 segundos después, me
pego un culazo yo en el mismo sitio. Jajaja Maria de los Ángeles, está claro que nadie
escarmienta en cabeza ajena –me digo mientras me levanto.
Y sigo bajando como las locas y Rebe y Pepe me dejan pasar y me
animan al verme tan acelerada.
Cuando me doy cuenta ya estoy en las calles
del pueblo con los niños animándome y gritando “Otra corredora, otra corredora”. Y llego a la meta.
Me duele el tobillo y por un momento se me ocurre
que podría ir a la ambulancia para que me lo miren, pero se me pasa la
ocurrencia porque si me vendar el tobillo no voy a poder conducir hacia casa y
esto sí que es una faena.
Ya a pie de meta veo llegar, poco a poco, los
compañeros de camino que faltaban.
Para detalle bonito hacer mención de que Josep que
se había adelantado un poquito, espera a Ana para entrar los dos juntos a meta.
La organización ha sido buena. Ha habido 4 avituallamientos
durante el
recorrido
con abundante fruta y agua, y un generoso avituallamiento final, en la plaza del pueblo,
a pie de meta, con todo lo anterior, y además, coca de recapte, chocolate,
galletas, frutos secos, cerveza,...
Después, el avituallamiento, la cervecita, los
últimos comentarios sobre la carrera, y todas estas cositas que tanto nos gusta
compartir a los corredores que, aunque no ganamos carreras, disfrutamos
muchísimo de todos estos eventos deportivos.
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