La Maratón es implacablemente justa. Te devuelve a tu lugar cuando has tenido la osadía de correr por encima de tu ritmo. A veces hasta te castiga relegándote a una marca peor aún. Tiene tiempo y distancia de sobra para juzgar al corredor pretencioso.Los vencedores de esta edición han sido (fem) la etíope Helen Bekele, y (masc) el keniata Jonah Kipkemoi Chesum. El caso de éste último es un claro ejemplo de justicia. Un corredor con discapacidad, que hacía de liebre y al llegar al km. 35 ve que se está quedando solo. A lo que se une su humilde deseo de gastar el premio en la compra de vacas para asegurar el pan de sus hijos. Espectacular.
Cada uno como cité antes, tiene su motivo. Y puedes ver ciento de ejemplos que te abren los ojos sobre los llorones que a veces somos ante problemas intrascendentes. Ves a corredores invidentes, a otro con una pierna amputada y corriendo con muletas, los del grupo de "egoísmo Positivo", empujando el carro en el que un discapacitado tiene la oportunidad de gozar de esa fiesta. Un padre llevando a su hijo, que sufre una enfermedad grave. Retratos, amuletos, camisetas, disfraces, hasta un francés transportando una torre Eiffel.
Puedes encontrarte en cada tramo de la carrera un ejemplo de superación. El " Siempre fuerte" de Pablo Ráez, y sus circunstancias, me vino a la cabeza al llegar a un muro que parecía de las dimensiones del que Trump pretende construir.A la organización de la prueba, avituallamientos, masajes, guardarropa, seguridad, acceso a cajones, liebres, señalización y por supuesto los voluntarios, no puedo mas que calificarlo de sobresaliente.
Los maratonianos bajo cinqueños que corrieron la misma fueron:
Juan Manuel Ramírez (Manolo), Emilio Urrea, Jorge Chiné, Fernando Montull, Rodrigo Puig, Carlos Puig, Carlos Vaquero y Jose Antº . Fuentes.
P.D: El Maestro Manolo completó su 9ª Maratón, y ya apunta a por su décima.
José Antonio Fuentes.
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