lunes, 2 de enero de 2017

Sant Silvestre de Lleida

 
 
31 de diciembre de 2016. Un día a tope hasta el último segundo.

Como ya os ha contado María de los Ángeles en la anterior crónica, nos levantamos muy temprano, poco más de las 6 de la mañana.
 
Tres de nuestros Chispis tenían que disputar lo que vendría siendo una media maratón en dos partes. Pasamos la mañana en Oliana, corrieron y corrimos de vuelta a casa. Llegábamos a Fraga casi a las 14h.
 
Hasta aquí pues todo, podría decirse que normal. Pero el caso es que a las 15 h. teníamos que recoger de nuevo a nuestro compañero Cebrián, ya que teníamos que salir hacia Lleida para disputar la Sant Silvestre. ¿Por qué tan pronto si la Sant Silvestre no empezaba hasta las 17h.? Pues sencillamente porque yo misma, Montse, participaba en la Sant Silvestre corta y esta empezaba a las 16,15 h.
 

Así pues, salimos corriendo otra vez, sin perder tiempo y menos mal que ya teníamos los dorsales desde el día anterior. Llegar, aparcar, calentar y... ala a correr!!!

Participo en lo que es mi segunda Sant Silvestre y además consecutiva. 600 personas corriendo por las calles de Lleida. Diversidad de colores. Algunos con disfraces. Yo con peluca de fin de año metalizada. Esta vez azul. La marea de colores me arrastra, me lleva de una calle a otra. Voy viendo pasar a los corredores que me adelantan en el camino. Hay para todos los gustos y colores. Niños con sus padres. Amigos que van a divertirse. Corredores camuflados por divertidos disfraces. Es una carrera familiar. Sin darme cuenta he llegado casi al final de la carrera, sólo queda la parte más dura hasta cruzar la meta. Todo es subida. Una larga subida. Así pues, pasitos pequeños y "parriba". No vale parar... y además hay que springtar en los últimos metros. Oigo voces gritando mi nombre a pocos metros de la meta. Veo rápidamente a Iván, sacándome fotos y a Jose animándome a su lado, pero también en el otro lado de la valla alguien más estaba gritando mi nombre. Gracias a todos siempre por los ánimos que me dais. Finalizo mi San Silvestre con el mismo tiempo que el año pasado y contenta. Sobre todo contenta, porque independientemente de lo que pueda marcar el reloj, lo que cuenta es cómo te sientes durante la carrera.
 
 

Me reúno con Iván y nos dirigimos unos cuantos metros más allá de la salida de la Sant Silvestre de 10km. Vamos viendo como pasan los corredores, 1200 corredores. Voy gritando los nombres de tantos y tantos conocidos y también de compañeros de nuestro club. Vamos sacando fotos, que por cierto están fatal, y le voy a echar la culpa a la falta de luz debido a la niebla reinante desde hace semanas en las tierras de ponent.
 
 

Hacía frio. Nos abrigamos. Cambiamos de lugar y nos dirigimos a la  recta de meta. Observamos que a pesar de que hay este año unos 1800 corredores, no hay tanta aglomeración de espectadores en la plaza ni en la recta de meta. Quizá estaban más repartidos por las demás calles, pensamos.

Tras 32 minutos desde el inicio de la misma, empieza el degoteo de corredores llegando, terminando su última carrera del año. Por una vez disfruto (ya que la cámara está guardada) aplaudiendo a los atletas y gritando sus nombres y animándolos en sus últimos metros. Minuto a minuto van llegando todos.
 
 

Javi llega de los primeros. Tal vez no esperaba que llegara tan pronto después de la carrera de la mañana. Pero porqué me sorprendo. Es nuestro Cebri. Es una máquina. No hay nada que lo pare.

Van llegando nuestros amigos, caras más que conocidas, Jordi, Manel, Joan, Iván, Gustavo, Isabel, Laura, Neus, Josep Mª, Yasmina, Joel, Xavi, Carmen, Enric, Julián, Paco, Ade, Steven, Irma, Miguel, Elisa, Lidia, Yolanda, Alfredo, Lluis, Salvador, Joana, Jordi, Natalia, Ramón, Marta, Jaume, Josep, Angel, Tito, Javier, Juli... y un largo etc., etc.,

Llega Mari, escoltada de Javi que la ha ido a recoger... llega Jose poco después. Se les ve muy bien a los dos. Han terminado la media maratón del día de hoy.

Llegan los compañeros de nuestro club de Fraga, algunos en solitario, otros en grupo, pero todos muy contentos. Se les ve que han disfrutado.

Espero a ver llegar a mi compañera del Last Zankada, Olga. Llega también más tarde el Trotallunàtic de más edad, el Sr. Josep, que siempre está ahí al pie del cañón. Quiero esperar también a que llegue Ali, pero los compañeros me arrastran... uy qué pena por un momento no la he visto llegar ya que oigo por los altavoces que dicen su nombre.

Ya sólo nos quedaba desear un feliz año nuevo a todos los que íbamos encontrando y por supuesto sacar algunas últimas fotos.

Ahora que lo pienso, puede que el próximo año me anime a hacer la Sant Silvestre larga ya que hasta que nos vamos para casa me da tiempo más que de sobras de llegar a meta. Bueno, tiempo tengo de pensármelo.

Ya por fin, la última carrera que nos esperaba aquel día, era ducharnos y preparar la cena de Nochevieja. Una vez ya sentados en las sillas frente a la mesa con la cena puesta, nos llegó el relax.

Esperamos que todos tuvierais un feliz fin de año... y nos seguiremos viendo en alguna carrera en este nuevo año que ya ha comenzado.

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