¿Cuántas
veces hemos soñado con realizar algo que parece lejos e imposible? Yo voy a
contaros mi experiencia , un sueño hecho realidad:
El camino de
Santiago en 4 días.
Lejos de aburriros con lo recorrido día a día
voy a explicaros tan solo las sensaciones que en ese viaje experimenté...
"Fueron tan solo 4 días con 116km recorridos a pie y cargando una mochila de 7 kg que en ningún momento me separe, me subí al tren que me llevaría hasta Sarria donde iniciaría el camino supuestamente de forma solitaria, pero pronto comprendí que sola nunca estaría ya que en el viaje conocí a una chica que iba tan perdida como yo y una vez allí conocería a muchas más, a todos nos unía una misma idea, peregrinar a Santiago.
Es curioso
como una idea puede marcar una forma de vivir en esos días, respeto,
compañerismo, ilusión era lo que se palpaba en el ambiente y eso contagiaba la
amistad, el dialogo y lo más bonito, la relajación y el ver que nuestro cuerpo puede llevarnos tan lejos
como la cabeza quiera.
Compartí el
camino con ingleses, italianos, franceses, belgas de todas las edades puesto
que el camino es asequible para todos, más
deprisa o más despacio acabas llegando donde te propones. Hablé con
infinidad de personas, y todas sin excepción me aportaron una idea o un valor,
eran muchos km caminando junto con gente que apenas conocía y cada uno tenía su
situación o sus experiencias.
Realice
etapas alrededor de 31km diarios, siguiendo la flecha amarilla que marcaba el
camino; tuve dos etapas de lluvia
abundante, pero nada freno mis piernas
para avanzar a lo que sería la meta o mejor dicho el inicio del camino
porque ahora tengo claro que en Santiago no terminó mi peregrinación, repetiré
tantas veces como caminos hay.
Tras pasar
paisajes de ensueño, aldeas con encanto, vacas, caballos, iglesias románicas,
puentes, riachuelos y bosques de
eucalipto que a causa de la lluvia dejaban en el aire ese olor tan
característico de caramelo de menta, llegue a la capital de Santiago el sábado
20/08 a las 11:30 de la mañana y nunca olvidare esa emoción, satisfacción que
me puso los pelos de punta mientras recorría
los últimos 100 metros del camino sonando una
gaita a la vez que atravesaba el túnel que escondía la gran
catedral,
¡¡Lo había
conseguido!! , poco después fueron llegando los amigos que etapa tras etapa
habíamos compartido juntos que con gran efusión nos felicitamos y celebramos.
En resumen,
una experiencia única, inolvidable....la magia envolvente del camino!
Eva
Berenguer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario