Templar Race Monzón

 

La Templar Race de Monzón es una carrera de obstáculos que nació hace 5 años de la idea de cuatro amigos. Una carrera en cuya primera edición fueron 17 participantes y ahora es una carrera con más de 1000 participantes, una de las carreras de obstáculos mejor valorada a nivel nacional y de Europa.

 

Este año con una participación de más de 1000 inscritos entre las tres modalidades: 5 km o familiar, 8,5 km y 15 km para los más intrépidos.

 

La idea de participar en esta carrera fue de mi hijo Iván, hacía tiempo que le rondaba la idea de participar en alguna y estaba buscando por internet carreras de este tipo. Un compañero, Héctor A., le comentó a mi mujer Montse, que estaban pensando en apuntarse a esta de Monzón y luego también recordó que otra compañera, Juani M., participó en ella el año pasado, disfrutando muchísimo. Así que decidimos apuntarnos Iván y yo y también un amigo de Iván, Guille Saseta. Pero mi hija Nadia también quiso apuntarse y con ella también una amiga, Alicia Carreras. En cuanto se lo dijimos a nuestra amiga y compañera Eva Berenguer que estábamos apuntados, no dudó ni un momento en apuntarse ella también, "será divertido", dijo.  Un día hablando con mi vecino Daniel M. también me comentó que se había apuntado junto con José Antonio C. y Nacho R. Allí encontramos también a Óscar S., Héctor A., Alberto C. y otro chico que no recuerdo su nombre. En definitiva había mucha representación de Fraga y de nuestro club de atletismo.

 

Pues bien, el sábado por la tarde, decidimos Montse y yo ir hasta Monzón a recoger los dorsales y mirar un poco in situ, lo que iba a ser el recorrido de la carrera. No hicimos nada más que llegar allí y bajar del coche y empezó a caer el diluvio universal. El paraguas no nos servía de nada. Acabamos empapadísimos. Nos dirigimos a la feria del deporte donde recogimos las seis bolsas con las camisetas y los dorsales-chip. Las seis bolsas de nuestro grupo, Nadia, Alicia, Iván, Guille, Eva y yo. Allí había una foto enorme de la ciudad, donde se veía el recorrido de la templar. Un voluntario nos estuvo explicando como iría la carrera desde la salida hasta la llegada, dónde había obstáculos y dónde se podía poner Montse ya que ella iría a sacar fotos y de apoyo. Bueno ya terminadas las explicaciones, nos encontramos con un gran conocido al que hacía por lo menos un par de años que no veíamos, Alejandro Ballesteros, gran locutor de radio y speaker en muchas carreras y croses. Estuvimos charlando un rato con él y luego decidimos ir a ver la calle donde se da la salida y el lugar donde estaba la llegada, y en donde estaba gran parte de los obstáculos. Vimos lo que nos esperaba o al menos pudimos imaginar lo que nos esperaba.

 

Con todo lo que llovió el sábado por la tarde y luego por la noche y por la mañana seguía lloviendo, el terreno estaba más que resbaladizo, era bastante peligroso. Barro 100% asegurado.

 

A las 9 de la mañana salimos de Fraga nuestra pequeña expedición. Nuestro destino, la Templar Race. Estaba lloviendo y con ganas, pero eso no nos desmoralizó. De todas maneras nos teníamos que mojar en el rio y en los contenedores. Llegamos y estaban todos los bares llenos de gente, en todos los portales. Todo el mundo estaba a cubierto para no empaparse antes de hora. Entramos en un bar, pedimos un café y me encuentro a mi lado a Víctor Conchillo, que casualidad, sacamos fotos.También hacía la de 8,5 al igual que nosotros.

 

A las 11h en punto llegó la hora de salir, tras los rituales y bendiciones del obispo de los templarios dieron la salida a los Caballeros (los que hacían los 15 km con camiseta blanca). Cinco minutos después uno de los Caballeros que se quedó, a los Sargentos, que éramos los que llevábamos camiseta negra y corríamos 8,5 km,  nos nombraban Caballeros mandando arrodillarnos y jurar que daríamos la vida por la batalla. Ya después de todo el ritual, salimos por las calles corriendo hacia un parque donde allí ya estaba el primer obstáculo, un muro bastante alto de alpacas de paja. Lo pasamos y continuamos adentrándonos por el lecho del río, que cruzaríamos por tres puntos distintos, llegándonos el agua en uno de los puntos por la barriga.

 

¿Y para salir del rio? ¿Cómo salimos? Pues nos habían preparado unas cuerdas de alpinismo y trepando por ellas salimos  al asfalto. De allí a la Plaza Mayor para dirigirnos al castillo. ¿Por qué siempre los pondrán en los sitios más altos??? Hasta allí arriba teníamos que subir para luego volver a bajar por un sendero muy resbaladizo. Así que había que bajar con mucho cuidado porque había muchas caídas. Nada más llegar abajo nos dan un saquito de arena de unos 5k. que tenemos que cargar durante un buen rato y cruzar un obstáculo con el dichoso saquito.

 

Llegando casi al final del trayecto, llegamos a la zona donde más obstáculos hay antes de cruzar la meta. Contenedores de agua, en donde sino te habías mojado por la lluvia, pues no tenías escapatoria porque menos la cabeza te mojabas todo. Muros de alpacas, más contenedores de agua, hasta llegar a los toboganes, colocados en una estructura metálica alta. Eran unos grandes tubos con caída directa de unos 3 m. a un foso lleno de agua, que ya no era agua sino chocolate, del barro que se había mezclado. Para salir de él tenías que ayudarte de unas cuerdas que te llevaban a un montículo de tierra que era auténtico barro, barro donde no se podía permanecer de pie. Luego nos teníamos que arrastrar por el suelo, bueno no quiero repetirme pero era todo barrizal, por debajo de unas lonas, saltar las últimas alpacas y la meta nos esperaba a pocos metros.

 

Los caballeros templarios hacían un pasillo de llegada con las espadas en alto y en lugar de alfombra roja en el suelo había... ya sabéis lo que, ¿no?

 

Crucé la meta detrás de mi hijo Iván, ya que habíamos hecho juntos gran parte de la carrera. Su amigo Guille, llegó bastante antes que nosotros. Eva B. llegó poco después que nosotros y mi hija Nadia y su amiga Alicia llegaron poco después, muy contentas y sonrientes.

 

Entre la gente que estaba entre el público, se hallaba el compañero de club, Luis Serés, que me vio y vino a saludarme.

 

Cogimos el avituallamiento final y nos fuimos al pabellón para ducharnos ya que enseguida nos quedábamos congelados cuando paramos  y la ducha con agua calentita se agradeció. Aunque las chicas se quejaron de que en sus duchas no salía más que un hilín de agua

 

En definitiva, una carrera muy divertida y diferente, especial. Muy bien organizada. Mucho trabajo para la organización y bien señalizada. Con muchos voluntarios. Aunque a la hora de cortar el tráfico a la salida, no sé que pasó o se despistaron, ya que, ya habían salido los corredores y se toparon con un coche al que tuvieron que rodear, como podréis ver en las fotos.

 

Esperaremos al próximo año a la siguiente edición, en la que seguramente participaremos de nuevo, pero espero que no llueva. Recomiendo que el que no la haya probado que la pruebe. Le gustará.
 

 

TEMPLAR, tu coraje resonará en la eternidad.

 

José Manuel Segurado.

Fotos Montse Horta