Unas cuantas caras conocidas, no muchas, pero suficientes como para hacerte sentir como en casa. Iván Suárez (Stargart go), como no. Albert Dolcet (Maiparem), Axel Mocciaro (Fondistes Cervera), Sussi Monteagudo (Sícoris), José Milla (Bordeta), Jordi Torné (Llimasoles). Eva Berenguer y una servidora, Montse Horta, como únicas representantes del C.A. Fraga-B.C.
La prueba constaba de dos distancias, una de 4km y otra de 8km, teniendo esta última que dar otra vuelta sobre el circuito de 4km. La salida se dio a las 21 h. Yo personalmente la retrasaría media horita más la salida, para que fuera más nocturna.
La temperatura ideal para correr. Hacía una rasca que no veáis. Sólo os digo que estuvimos calentando Eva y yo con la chaqueta del chándal puesta. ¡El último día del mes de junio!.
Unas cuantas fotitos, unas cuantas risas y ya a punto para la salida. Poco más de 200 corredores estaríamos allí, tras el arco de salida.
El circuito totalmente asfalto y prácticamente llano, pues discurría por las calles de la ciudad. Personalmente pensaba que se me haría pesada la carrera o que no podría con mi cuerpo, pues este mes de junio lo único que he hecho a sido la cursa del Sícoris y cero entrenos en todo el mes. A diferencia de lo que pensaba que pasaría, se me hizo corta, no me enteré de que los metros se iban sucediendo uno tras otro. Mi mente estaba fijada en adelantar a los que tenía por delante de mí y sin darme cuenta ya estaba viendo el arco de llegada al final de la calle. El resultado, mejor de lo que yo pensaba.
Agradecer a esos animadores que no esperaba encontrar en las calles, Marta Altisen y Xavi Tella, por sus palabras de aliento. Y también a José Milla, por sus ánimos a voces, desde el otro lado de la avenida, mientras yo llegaba al final de mi carrera y él ya iba por la segunda vuelta.
Jose, se había quedado un poco tieso de frio, mientras esperaba en meta sacando fotos, pues no se había llevado chaqueta.
Nos juntamos Eva, Claudia, Jose y yo y nos fuimos a una terraza un poco al abrigo del aire y nos tomamos una cervecita para recuperar fuerzas, (algunos se tomaron un café, para calentar el cuerpo), mientras charlábamos animádamente. Luego aparecieron Iván Suárez y Josep Montserrat, que se sentaron con nosotros y a los cuales les cedimos el relevo de la mesa.
La noche podía haber sido más larga, pero el tiempo no acompañaba en esta ocasión. Así que, para casa, que falta gente.
La próxima, lo pensaré.
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