Hace unas semanas que no hago ninguna carrera de 5 km, ya que estaba ocupado con la Behobia, la Mitja de Lleida y la Mitja de Tarragona. Pero una vez acabadas todas las medias del año, tocaba correr la 5km que se celebraba en Artesa de Lleida.
Recogemos los dorsales y las bolsas del corredor y vamos a tomar un cafetico al bar para calentar un poco el cuerpo. Luego calentamos un poquito y nos despojamos del chándal. Nos dirigimos al arco de salida, donde los Trotallunàtics habían quedado para hacer una megafoto con todos los runner's. Minutos después dan la salida.
Me doy cuenta al encender mi reloj, antes de la salida que se apaga y me digo "qué mala carrera voy a hacer. No sé guiarme sin reloj". Así que dan la salida y bueno, pues voy a lo que salga, qué remedio me queda. Corro a ciegas sin saber a qué velocidad voy ni los kilómetros que me faltan. No me puedo regular, así que tiro para adelante, pasando corredores, me encuentro bien.
Llego a meta y me percato de que he bajado mi tiempo en 5km. De 22'40" a 21'54", casi un minuto menos y sin reloj. Me siento contento.
Por otra parte Montse también salió haciendo su carrera y llegando muy bien a meta, con mucha gente por detrás. Isabel llegó un poco detrás de mí pero quedó primera de su categoría.
La cursa de Artesa, es una cursa muy bien organizada, con muy buen trato al corredor, lo único es el frio que hace en diciembre, pero bueno, es que estamos en diciembre, es lo que toca.
Reponemos fuerzas con el bocata de longaniza, conversamos con todo el mundo y una vez recogida la medalla de Isabel nos plantamos, ya sabéis donde, en el bar donde celebramos el cumpleaños de mi mujer Montse.
Una semana de descanso por delante, creo, y nos veremos en la mítica Pujada a la Seu Vella, con distancia única de 10 km.
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