martes, 27 de febrero de 2018

Mitja Marató de Cambrils

 
 
Con un total de unos 80 participantes en rolers, unos 650  en la 10 km y 750 en la media, se celebraba el domingo día 25 de febrero otra edición de la Media Maratón de Cambrils.
 
Un nutrido grupo de corredores de mi club, el Club Atletismo Fraga - Bajo Cinca,  participaba en Cambrils. Unos 35 representantes de la marea naranja. Algunos a última hora no pudieron presentarse a la cita pero su corazón estaba con los que sí participábamos.
 
A las 9 de la mañana ya estábamos en el pabellón de Cambrils. Fue un poco caótica la recogida de los dorsales, colas enormes, muy largas. Demasiada lentitud. Unos 1500 participantes y sólo dos personas por cada 500 dorsales.
 
En mi caso, tardé más de un cuarto de hora de cola, y eso que había llegado relativamente pronto, mientras esperaba, las colas se iban extendiendo. "No les dará tiempo a calentar", pensé. A mí justo me dio tiempo de tomar un café y prepararme para calentar.

 
Nos juntamos todos los compañeros fuera del pabellón y entre charlas y fotos y poco más se no hizo la hora para ir al arco de salida. Mi mujer Montse, se dirigió hacia el paseo marítimo para esperar a los corredores para ser capturados con su cámara.
 
Yo llevaba la intención de hacer  1h40'. Dan la salida a los rolers y luego a los corredores de la 10k y la media. Estoy situado bastante delante y salgo fuerte haciendo en el km 5, 22 minutos y en  el km 16, 1h16'. Grave error. Salida demasiado fuerte, porque con el resfriado que llevaba, el viento fuerte de frente que soplaba, la batería se me estaba descargando. En el km 17 empiezo a decaer hasta llegar en algún momento a 5'40" por kilómetro. Y luego la subida a meta. No lo conseguí. No conseguí mi objetivo, pero dicen que quien no arriesga no gana. Y hay que aprender de los propios errores. No hice 1h40' pero sí 1h45'. No todas las carreras pueden ser buenas, siempre tiene que haber alguna mala. Seguiré intentándolo.
 
Muchos de mis compañeros consiguieron sus objetivos, como Miguel Herrera, cuyo objetivo era quitarse la espinita que llevaba clavada desde Behobia y lo consiguió. También Raúl Ribas, que tenía miedo de hacer una media maratón y consiguió acabarla. Otros fueron a mejorar tiempos y algunos simplemente fueron a disfrutar.
 
Una vez acabada la carrera, nos relajamos un poco y nos dirigimos al restaurante que teníamos reservado. Allí nos tomamos una cervecita y luego... "al ataque", a comer. Por cierto, muy bien en ese restaurante.
 
 
 
 
 
 
 
 
La organización de la carrera, bien. Avituallamiento más o menos bien, aunque por la provincia de Lleida y Huesca, es más abundante. No nos importa dar un botellín de agua de más, sobretodo cuando alguien lo necesita, como me pasó a mí que casi lo tuve que pagar. Pero por lo demás, bien.
 
Este es mi segundo año consecutivo participando en esta media y puede que participe en alguna edición más.
 
Enhorabuena a todos mis compañeros-as del club que han participado este año en esta media maratón y hasta la próxima.
 
J. M. Segurado.

Fotos Montse Horta

 

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