El pasado sábado, nos desplazamos a Alcoletge, donde se estrenaba una nueva carrera de la Lliga Ponent.
Pasamos a recoger al compañero, Francisco Javier, sobre las 18,30 h. y nos dirigimos, junto con Jose y una servidora, a la población leridana. Hacía mucho calor, 37º, a las sombra. No corría ni pizca de aire. Apetecía poco correr bajo ese sol de justicia. Pero allí estaban, 250 corredores y otros tantos caminantes.
La carrera parecía muy bien organizada, muchos voluntarios, bien marcada, buena bolsa corredor. El circuito, aproximadamente en un 70% asfalto y el resto camino, con sus respectivas subidas a los "tres tossals", siendo en el punto alto del último tossal, donde estaba ubicado el arco de meta junto con el crono. Además una alfombra roja recorría los últimos metros de la subida final.
Quizá el único punto a mejorar, fue a la hora de los bocadillos, ya que los hacían en ese mismo momento, en cadena y allí se aglutinaron casi quinientas personas y la cola se hacía interminable. Un buen detalle para los corredores y acompañantes sería también poner a su disposición las piscinas municipales, dada la época del año en la que estamos, para que pudieran disfrutar de un baño refrescante antes y después de la carrera.
Una batucada estuvo animando la carrera y también animaba a los corredores en sus últimos metros.
Jose, corrió acompañado durante toda la carrera, por unos o por otros, los primeros cuatro kilómetros corrió al lado de Salvador Rubio, luego y también durante más o menos otros cuatro kilómetros estuvo mano a mano con Manolo Bademunt. Por último, se encontró con Iván Suárez que había pinchado y estaba caminando. Lo animó y tiró un poco de él para poder terminar la carrera y fueron juntos hasta meta, esprintando en los últimos metros sobre la alfombra roja.
Jose, corrió acompañado durante toda la carrera, por unos o por otros, los primeros cuatro kilómetros corrió al lado de Salvador Rubio, luego y también durante más o menos otros cuatro kilómetros estuvo mano a mano con Manolo Bademunt. Por último, se encontró con Iván Suárez que había pinchado y estaba caminando. Lo animó y tiró un poco de él para poder terminar la carrera y fueron juntos hasta meta, esprintando en los últimos metros sobre la alfombra roja.
Cuando iniciaron la entrega de premios ya había oscurecido y corría una agradable brisa. Se estaba de maravilla en esas gradas, comiendo el bocadillo y bebiendo la cerveza junto con la compañía de los demás compañeros asiduos a estas carreras.
Tuvimos que esperar hasta el final de la entrega de premios ya que Francisco Javier consiguió el Segundo Puesto de la general, teniendo que quedarse a recoger su merecido trofeo.
Creo que es en el único lugar, de tantos en los que hemos estado, en donde había mucha animación y mucha gente en la entrega de trofeos, ya que por lo general a estas cosas sólo se quedan los que tienen que recibir algo.
Una vez finalizada la entrega de premios, nos fuimos a casa a descansar, pues en unas horas teníamos otra carrera, pero esta vez en la provincia de Huesca. Pero eso ya es otra historia.
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