El
pasado sábado día 23 de julio, se celebró en Lleida una de las ya tradicionales
“cenas de chispis”.
Ni
que decir tiene que “los Chispis”, al completo, se reunieron en el punto de
encuentro, con más ganas que nunca de pasarlo bien y para disfrutar de una
velada distendida y divertida.
A
las 22:00 horas, van llegando los invitados y para celebrarlo una cervecita.
Que no se diga que no hacemos honor al nombre. Jajaja
Nos
empezamos a situar alrededor de la mesa como si del juego de las sillas se
tratara. ¿Dónde me siento? Donde te venga de gusto, que para eso estáis en
vuestra casa.
¿El
menú?... el menú nada complicado: un poquito de embutido a base de jamón,
fiambre de pavo, queso y salchichón, con su correspondiente pan tostado; unos
“nachos” con sus salsas de queso y tabasco; unos huevos rellenos; unos tomates
con queso fresco a las hierbas provenzales; y una ensalada “móntatelo a tu
gusto” a base de cogollos, tomate, zanahoria, salmón y anchoas. Todo ello
regado con un vinito “chachi”. Porque no nos engañemos, una cena sin vino es
como un desierto sin arena.
De
segundo un buen entrecot a la pimienta verde o a los 4 quesos. Esto a gusto del
consumidor.
De
postre una coca de Fraga que nos ha traído Montse y un poquito de cava.
Total,
que se inicia la cena y con la primera cervecita se nos empieza a soltar la
lengua.
Unas
fotitos aquí, otras fotitos allá. Habrá que ver las fotos como salen, porque me
da que van a ser un desastre. Hay cámaras que no se animan a hacer buenas fotos
por la noche. Sin duda hay cámaras que no les gusta trasnochar. Jajaja
El
vino nos coloca en el puntito divertido de una conversación dinámica y
divertida. Las anécdotas se suceden unas a otras y las sonrisas fluyen con el
buen rollo de las diferentes conversaciones entre los entrantes y el segundo
plato.
Para
el postre, la fiesta está en su punto álgido y las anécdotas de Isabel con el
examen de acceso a la universidad, arranca las carcajadas más sonoras de la
noche. Sobre todo cuando explica que se puso nerviosa en el examen y empezó a
borrar con la goma todo lo que había escrito y que el chico de delante suyo
acabó con el pelo “engomado”, que no “engominado”, con los restos de la goma.
Que la goma de borrar salió volando por el pasillo tres mesas hacia delante y
levantó la mano para recuperarla.
No
sé si estáis al tanto de nuestras cenas, pero esto supera el tema de la ITV de
la cena anterior.
El
caso es que entre risas estridentes hacemos los cafés, y saco el licorcito que
me traje de Mallorca para rematar la noche.
Siguen
las conversaciones y como estamos a gusto y no hay prisa ninguna, hacemos una
ronda “Chispi” y seguimos Bla, Bla, Bla,…
Parece
que no nos hubiéramos visto en años. Todos tenemos algo que explicar mientras
hacemos el resopón. La verdad es que
estamos tan a gusto que podíamos haber estado toda la noche de chachara, pero
la prudencia es la prudencia y sobre las 3 de la mañana alguien dice que ya es
hora de marchar a casa.
Nos
despedimos con la sonrisa en la boca. Que bien que lo hemos pasado. A lo tonto
se nos ha hecho una cena de 5 horas y apenas nos hemos dado cuenta. ¡Qué rápido
pasa el tiempo cuanto lo pasas bien! Pero, en fin.
Ya
organizaremos otra cenita, que se nos da muy bien esto de cenar. Jajaja
María
de los Ángeles CASTILLO.
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